El vino es delicioso, relajante e incluso puede aportarte beneficios a la salud si lo consumes en justa medida.
Tomar vino, o cualquier tipo de alcohol, puede tener efectos positivos y negativos en tu cuerpo. Depende de la cantidad que bebes, tu edad, la genética, dieta, tus condiciones de salud, entre otros factores.
Beneficios del consumo moderado de vino
- Elevar los niveles “buenos” de colesterol HDL
- Disminuir el riesgo de diabetes
- Reducir la presión arterial. El resveratrol en el vino tinto, puede reducir la presión arterial y aumentar los niveles de colesterol HDL (bueno).
- Proteger de daño cerebral. El resveratrol también puede ayudar a proteger contra el daño cerebral secundario después de un derrame cerebral o una lesión del sistema nervioso central.
- Depresión. Un estudio mostró que aquellos que bebían entre 2 y 7 vasos de vino cada semana tenían niveles más bajos de depresión.
- Salud intestinal. Los compuestos de vino tinto también pueden actuar como prebióticos, que son compuestos que estimulan las bacterias intestinales saludables.
- La Escuela de Salud Pública de Harvard explica que los beneficios para la salud del vino a menudo se atribuyen a su contenido de polifenoles incluso en vino desalcoholizado. Estas sustancias podrían relajar las paredes de los vasos sanguíneos y prevenir la formación de placas de colesterol.
El vino tinto contiene resveratrol, quercetina y epicatequinas.
¿Es mejor el vino tinto?
El vino tinto tiende a recibir más atención que el vino blanco porque contiene aproximadamente 10 veces la cantidad de polifenoles.
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Sin embargo, puede haber otros compuestos activos en el vino blanco que ofrecen un efecto cardioprotector.
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