Desde una altura que a muchos les echaría para atrás, en los impases iniciales de «Vértigo» se escucha a Pablo Alborán lanzarse al vacío en un salto de fe, real y metafórico, pues en su quinto disco se atreve como nunca a jugar con sus canciones y a dejar sus temores expuestos y su «corazón descalzo».
Así, en la canción del mismo nombre, canta: «¿Quién se atreverá a quererme / Cuando no quede aplauso / Ni griten mi nombre / Con el corazón descalzo por un camino de errores?». Y en su entrevista con Efe hoy jueves confirma lo que esos versos apuntan: «Llevo todo la vida preparándome para cuando no haya aplausos». Mas Detalles…..